El masaje es una herramienta muy antigua que no solamente sirve para aliviar dolores musculares o tensiones, es mucho más. Sobre todo si se utiliza desde el momento del nacimiento. El contacto piel con piel es muy estimulante, es una comunicación a través del tacto, un lenguaje que el bebé después de haber estado dentro de la madre puede reconocer inmediatamente. Ayuda a que los padres y las madres entiendan mejor las señales de sus bebés y abre la via hacia la creación de un vínculo más profundo en la familia.